Las Chincanas de Sacsayhuamán: Misterios Subterráneos de los Incas
Cusco, la ciudad imperial de los incas, sigue revelando sus secretos. Uno de los descubrimientos más fascinantes en los últimos años es la confirmación de una red subterránea de túneles, conocida como chincanas, que conectan sitios emblemáticos como Sacsayhuamán y el Coricancha. Este hallazgo no solo refuerza la habilidad arquitectónica de los incas, sino que también aporta nuevas preguntas sobre su propósito e impacto en la historia del Tahuantinsuyo.
¿Qué son las chincanas?
El término chincana significa «laberinto» en quechua y se utiliza para describir las rutas subterráneas creadas por los incas. Estas estructuras, de las cuales la principal mide 1,750 metros de largo, conectan Sacsayhuamán, el majestuoso complejo arqueológico, con el Coricancha, conocido como el Templo del Sol.
A través de investigaciones recientes, se han identificado dos ramificaciones adicionales que conducen a Muyumarca y Callispuquio, lo que indica que estas chincanas podrían haber tenido un propósito más allá de lo ceremonial, como transporte de bienes o comunicación estratégica.
¿Cómo se descubrieron las chincanas?
El descubrimiento de las chincanas fue el resultado de años de investigaciones históricas y científicas combinadas. A continuación, un resumen de los pasos clave que llevaron a este fascinante hallazgo:
1. Referencias históricas y crónicas antiguas
Los arqueólogos comenzaron su búsqueda estudiando crónicas de siglos pasados. Entre las más relevantes destacan:
- El cronista anónimo jesuita (1600): Describió una cueva profunda que conectaba Sacsayhuamán con el Coricancha, pasando bajo la ciudad de Cusco. Este relato también menciona su ubicación cerca de San Cristóbal.
- Garcilaso de la Vega (1609): En los Comentarios Reales de los Incas, hizo referencia a «calles y alamedas» subterráneas que unían la fortaleza y el templo, extendiéndose hacia las profundidades de los Andes.
- Ephraim Squier (siglo XIX): Este periodista y arqueólogo aficionado señaló que la entrada a las chincanas podría estar en un templo con forma de ‘H’ ubicado en el rodadero de Sacsayhuamán.
Estas fuentes históricas guiaron a los investigadores a centrar su búsqueda en lugares específicos, como los caminos y andenes de Cusco.
2. Consejo de un experto en arqueología cusqueña
El historiador Manuel Chávez Ballón, conocido como el “padre de la arqueología cusqueña,” sugirió a los investigadores que buscaran debajo de los caminos y andenes. Este consejo fue crucial para avanzar hacia un enfoque más técnico y preciso.
3. Fase científica del estudio
El equipo liderado por Jorge Calero Flores y Mildred Fernández Palomino aplicó técnicas científicas avanzadas para confirmar la existencia de los túneles:
- Pruebas acústicas: Con paciencia, cada 50 centímetros golpeaban una placa metálica contra el suelo utilizando una comba. La intensidad del eco permitió identificar posibles estructuras huecas.
- Uso de georradares: Este instrumento, que envía ondas electromagnéticas para obtener imágenes subterráneas, reveló vacíos a profundidades de entre 1.4 y 2.5 metros, rodeados por muros trapezoidales de piedra.
4. Confirmación de la estructura
Los datos obtenidos sugieren que los túneles fueron construidos mediante un sistema sofisticado:
- Se cavaron zanjas que posteriormente fueron revestidas con muros de piedra y techadas con vigas labradas.
- Finalmente, se cubrieron para construir caminos y andenes sobre ellas, integrándolos a la vida cotidiana de los incas.
5. El siguiente paso: excavaciones programadas para 2025
El proyecto continúa evolucionando. En marzo y abril de 2025, el equipo comenzará excavaciones en puntos clave para estudiar los materiales, las técnicas de construcción y el propósito exacto de estas estructuras. Este trabajo podría aportar detalles sobre los usos ceremoniales, defensivos o logísticos de las chincanas, respondiendo a preguntas que han intrigado a generaciones.
Gracias a esta combinación de historia, ciencia y perseverancia, ahora sabemos más sobre la increíble ingeniería inca y el importante papel que estas rutas subterráneas jugaron en la integración del vasto imperio del Tahuantinsuyo.
Importancia histórica y cultural
Las chincanas destacan la destreza de los incas en arquitectura e ingeniería. Estas estructuras no solo conectaban puntos estratégicos. También reflejan la visión de un imperio que buscaba integrar su territorio a través de redes subterráneas.
Su función exacta aún está en debate: ¿eran vías ceremoniales, defensivas, o simplemente logísticas? Las excavaciones programadas para el 2025 podrían arrojar más luz sobre este enigma.
La conexión con Sacsayhuamán y el Coricancha
El vínculo entre Sacsayhuamán y el Coricancha agrega una nueva dimensión a la historia de Cusco. Ambos lugares son iconos del esplendor inca:
- Sacsayhuamán: Famoso por sus enormes bloques de piedra perfectamente encajados.
- Coricancha: Considerado el centro religioso más importante del imperio.
Con la red de túneles, ahora sabemos que estos sitios no solo estaban conectados espiritualmente, sino también físicamente.
Turismo y exploración
Este hallazgo subterráneo añade otro motivo para visitar Cusco. Mientras esperas las excavaciones futuras, puedes explorar estos icónicos lugares en la superficie. Vive la historia en un recorrido que combina Sacsayhuamán, el Coricancha y otros tesoros arqueológicos.
